En Arteterapia producimos una gran cantidad de imágenes y de objetos, aunque esto no sea el objetivo final.
Tampoco perseguimos la belleza per se, sino que buscamos encontrarnos con la belleza compleja de la creación, y con otros modos de mirar y de hacer. Al final de un proceso terapéutico con arte solemos tener una mirada más amable, más comprensiva, y más valiente hacia las obras que hemos creado, y hacia sus significados.
El proceso arteterapéutico ha de ser de una gran seguridad. El arteterapeuta acompaña al paciente-usuario-artista, para que pueda expresar e investigar con libertad. Es por esto que, en general, no conocemos las obras realizadas en procesos arteterapéuticos ajenos.
Aunque hay procesos en los que se invita al aperturismo y exposición de las obras, en los que prima el valor terapéutico de la comunicación en sociedad, en arteterapia solemos trabajar con el respeto más absoluto a la intimidad de las personas.
Las imágenes y objetos del arteterapia suelen ser para el diálogo con uno mismo o el grupo terapéutico, y sirven como documento del recorrido personal. No obstante, es habitual usar algunas imágenes, con permiso de sus autores, con fines investigativos, didácticos, de difusión, o puramente expositivos porque así lo desean los pacientes-usuarios-artistas.
Las obras presentes en esta página han sido cedidas para esta difusión, o son parte de las obras realizadas por Emilio Martí durante su formación como arteterapeuta, en la que se sigue un proceso de análisis e investigación personal supervisado.